Georgina, una mujer valiente y echada para adelante, lleva más de 30 años vendiendo dulces en la Plaza de Cayzedo.
Noticias Cali.
En el corazón de la Plaza de Cayzedo, en el centro de Cali, entre el bullicio de la ciudad, se encuentra Georgina, una mujer de mirada vivaz y sonrisa amable que lleva más de tres décadas endulzando la vida de los transeúntes con sus deliciosos dulces.
En 1991, el destino tomó un rumbo inesperado para Georgina cuando fue despedida de su trabajo en la Aduana. Aquel año, los vientos de cambio soplaron fuerte con las políticas gubernamentales que afectaron a muchas familias colombianas, incluida la de Georgina. «Cuando la vaina esa del dicho presidente Gaviria nos echó a todos, quedé sin trabajo, y no tuve otra opción sino colocarme a vender esto», recuerda.
Así, con un espíritu resiliente, Georgina encontró en la venta informal su nuevo camino. Desde entonces, cada día ha sido una batalla por sobrevivir, una lucha que ha librado con coraje y entereza. «Llevo vendiendo dulces en la Plaza de Cayzedo desde entonces, y aquí me quedé», afirma con orgullo.
Detrás de la mesa de dulces, hay una historia de amor y sacrificio que impulsa a Georgina a seguir adelante. Con un hijo discapacitado a su cargo, cada jornada de trabajo se convierte en un acto de amor y responsabilidad. «Tengo que venir a trabajar para llevarle aunque sea el arroz a él», confiesa.
A pesar de las dificultades, Georgina no se rinde. «Mi día a día consiste en levantarme a las 6:00 a.m., vaya o no a trabajar», comparte mientras describe la rutina que marca su vida. Con un corazón generoso, colabora en el hogar donde encuentra posada, ofreciendo el subsidio que recibe del programa de adulto mayor para cubrir parte de los servicios públicos.
Un mensaje de esperanza
Georgina es más que una vendedora de dulces; es un símbolo de fuerza y determinación para quienes la conocen. Con su mensaje inspirador, alienta a otras mujeres a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. «Que sigan adelante hasta que Dios les dé fuerzas porque uno tiene que trabajar», insta con convicción.
Georgina es mucho más que una vendedora de dulces en la Plaza de Cayzedo, es un ejemplo de perseverancia, amor y sacrificio. Su historia invita a reflexionar sobre la importancia de valorar a aquellos que, con su esfuerzo y entereza, enfrentan las adversidades de la vida.
Si alguien desea brindarle una mano amiga, puede comunicarse al número celular 3148575169.