Este domingo, 28 de enero, se confirmó la muerte de Víctor Luna, un reconocido exfutbolista y técnico en Colombia y Ecuador. El antioqueño dejó una huella especial en los hinchas del DIM.
Noticias Colombia.
El mundo del fútbol colombiano se tiñó de luto este domingo, 28 de enero, con la inesperada partida de Víctor Luna, a la edad de 64 años. Reconocido tanto por su destacada carrera como jugador y director técnico, Luna dejó un legado imborrable en el deporte que amaba.
Nacido el 28 de octubre de 1959, Víctor Luna incursionó en el fútbol desde temprana edad, forjando una trayectoria que lo llevaría a ser un referente en el ámbito deportivo colombiano.
Su talento no pasó desapercibido y pronto se unió a las filas de equipos como el América de Cali y el Atlético Nacional, donde dejó una marca indeleble al conquistar títulos importantes, incluyendo el campeonato con el América en 1986 y con el Atlético Nacional en 1981.
Pero la vida de Luna no se limitó al terreno de juego. Tras colgar los botines, decidió seguir ligado al deporte que tanto amaba, esta vez desde el banquillo. Inició una exitosa carrera como entrenador, dejando su huella en diversos equipos tanto en Colombia como en el extranjero.
Campeón con el DIM
Fue con el Independiente Medellín donde Luna alcanzó la cúspide de su carrera. En el año 2002, bajo su dirección técnica, el equipo logró alzarse con el anhelado título de campeón, marcando un hito en la historia del club.
Su legado como técnico trascendió fronteras, siendo reconocido por su capacidad para potenciar el talento de sus jugadores y su habilidad para construir equipos competitivos. Dirigió a clubes como el Barcelona de Ecuador, Once Caldas, Macará y Atlético Bucaramanga.
Su última incursión en los banquillos fue en el año 2020, cuando formó parte del cuerpo técnico del Junior de Barranquilla, demostrando una vez más su compromiso con el desarrollo del fútbol en Colombia.
Recordado por su calidad humana
Pero más allá de sus logros deportivos, Víctor Luna será recordado por su calidad humana y su cercanía con jugadores, colegas y aficionados. Siempre se destacó por su trato amable y su disposición para ayudar a quienes lo rodeaban, dejando una profunda impresión en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Su repentina partida deja un vacío imposible de llenar en el fútbol colombiano. La noticia de su fallecimiento, a causa de un infarto en la ciudad de Medellín, ha conmocionado a toda la comunidad deportiva, que lamenta la pérdida de uno de sus referentes más queridos.
La Clínica CES de Medellín, donde fue atendido tras sufrir el infarto, confirmó su deceso en un comunicado oficial: «El paciente ingresó hoy, 28 de enero, a las 10:15 de la mañana sin signos vitales al servicio de Urgencias de la Clínica, allí le brindaron de forma inmediata medidas de reanimación cardio cerebro pulmonar, debido a la ruptura de aneurisma de aorta abdominal, lo que ocasionó lastimosamente el fallecimiento del paciente».