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Por: Fabio Larrahondo Viáfara
Falavi2005@yahoo.com
@falavi2005

Mientras que Cerro Bravo…

Desde el primer día sin gas doméstico, el Valle, incluyendo Cali, tuvo olor a leña, el mismo que se intensificó durante varios días, mientras se inició la instalación de una tubería alterna en Cerro Bravo para reactivar el bombeo.

El suministro fue reanudado paulatinamente en los municipios afectados, aunque las esperanzas comenzaron a surgir en Cerro Bravo, la montaña que bota gases y fuego como dragón y pone en peligro al gasoducto que recorre al Eje Cafetero, al Valle y al Cauca; lo recalienta y puede explotar, por eso se suspendió el servicio,
El pasado miércoles, a eso de las 9:15 de la mañana se escucharon los primeros gritos de “¡Se fue el gas!”, y entonces ante escasez de plata y de estufas, fogones, boquillas y cocinetas eléctricas, hubo que echar mano del fogón de leña y hasta de asadores y parrillas a carbón.
Separadores viales, patios, parques y hasta pasillos en condominios fueron escenarios de fogones que hicieron recordar aquellos sancochos del primero de enero, del Día de la Madre, de otras fiestas y en especial de los domingos en nuestra región. Hasta algunos restaurantes para no quedar mal con sus clientes, “salieron a cocinar”.

Los cuerpos de bomberos en los distintos municipios de la región estuvieron alerta y emprendieron campañas de prevención. Se vieron casos extremos de montar el fogón en plena plancha o terraza de casas, sin tener en cuenta que las chispas o las brasas se podíam salir de control.

Suspensión esperada
La suspensión del gas estaba cantada, era cuestión de tiempo y de consumo. Los anuncios de Gases de Occidente dieron a conocer que los primeros municipios en quedar sin suministro fueron los del norte del Valle, entre ellos Sevilla, Caicedonia, Alcalá, Ulloa, Roldanillo, Zarzal y La Unión; y entre los municipios más grandes, la punta la cogió Buenaventura, el mismo que tiene más de 100.000 habitantes y 5 terminales marítimos.
Este comportamiento va de la mano con la zona, pues el Eje Cafetero, incluyendo Armenia, fue la primera en ser afectada, hecho que sumió a la región en una situación muy complicada, teniendo en cuenta que su principal ingreso es el turismo y éste se encuentra disminuido desde semanas atrás por las alertas sobre el Volcán Nevado del Ruiz.
La suspensión del servicio se fue extendiendo de manera paulatina a medida que se iban agotando las reservas en las zonas de almacenamiento, como en las afueras de Yumbo.

Por los lados del Cauca, los primeros también fueron en el norte, con Santander de Quilichao, Guachené, Padilla, Villarrica, Puertotejada, Caloto, Corinto y Miranda.
“No queda de otra, la energía está muy cara…”, dijo una señora mientras atizaba el fogón, en el separador de la calle 62B con carrera 1A, al norte de Cali. Tradicionalmente allí se hace un vendedor de flores. Mientras ella controlaba el fuego y la sazón, un hombre preparaba la leña, la mayoría tablas, tarugos de guadua y unos pocos troncos verdes aún… “mala leña…”, diría un campesino… claro que en esta oportunidad no había tiempo para escoger, esta vez “todo lo que arda es leña”.
Este tipo de escenas se repitieron en las distintas ciudades del Valle y demás departamentos golpeados por la suspensión del suministro de gas doméstico, medida que también afectó al sector empresarial y al abastecimiento de gas para automotores, siendo los taxis los que más lo utilizan.

A propósito, ante la emergencia muchos comenzaron a hacer su agosto en mayo: el atado de leña que se conseguía a $5.000, ahora se puso al doble y hasta en $20.000 si es seca y seleccionada. La mejor es la de guayabo y naranjo, porque hacen brazas.
Las alzas también se sintieron en expendios de estufas y demás elementos eléctricos… y se agotaron. Las colas comenzaron a verse por varios días. Lo mismo sucedió en las estaciones de combustible, donde filas amarillas buscaban “una pinta para poder trabajar”. Los taxis son mixtos, pero la gasolina anda carísima.
Horas antes, el alcalde Jorge Iván Ospina, declaró la ciudad en “alerta roja”, teniendo en cuenta el impacto que la suspensión del suministro del gas tendría en esta ciudad. Las medidas, en especial destinadas a evitar que se presenten abusos en precios, lo mismo que acciones irresponsables y peligrosas en el uso y almacenamiento de pipas de gas propano.
En restaurantes formales y en “puestos de comida”, las actividades se vieron disminuidas ante las dificultades para la cocción de los alimentos, porque el gas propano en pipas, escaseó también.

Nuevas dietas
Cuando la ciudad comenzó a entrar en el “apagón” del gas doméstico, los supermercados y tiendas comenzaron a notar el incremento poco común de latas de atún, dado que basta con abrir la lata y no requieren cocción, lo mismo sucede con algunos embutidos, como el salchichón.
En los hoteles, como el Intercontinental, lo mismo que en los principales hospitales de Cali, las calderas volvieron a emanar humo negro, porque el gas se acabó y no se pueden parar las actividades, pues clientes y pacientes, respectivamente, necesitaban comer a tiempo.
La falta de gas doméstico obligó a cambiar muchas dietas acostumbradas, porque en las casas se hizo complicado cocinar y si se tienen aparatos eléctricos salía más costoso. La esperanza es que las cuentas de gas deben disminuir.

En este tiempo sin gas, seguramente, se pusieron de moda los asados y todo aquello que se pueda cocinar o calentar al calor de las brasas. Por fortuna y gracias a la rápida intervención de las autoridades en la materia, la emergencia se pudo atender oportunamente y desde el jueves se empezó el restablecimiento del servicio en algunos municipios y paulatinamente en los restantes. De todas maneras quedó abierta la posibilidad de otra suspensión, pues se está trabajando en la instalación de tubería alterna a la de Cerro Bravo.

Valle TV

Por Valle TV

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