Este domingo, 21 de enero, se celebra el Día Internacional del Abrazo. A propósito de esta fecha que muchos consideran especial, expertos aseguran que abrazar tiene efectos positivos en la salud física y mental.
Noticias Colombia.
Cada año, el 21 de enero, el mundo celebra el Día Internacional del Abrazo, una fecha dedicada a reconocer y apreciar el gesto más simple y, al mismo tiempo, extraordinario que une a la humanidad.
Más allá de ser un acto cotidiano, los abrazos poseen un poder transformador que va más allá de lo físico, tocando aspectos emocionales y psicológicos de las personas de una manera única. El Día Internacional del Abrazo es más que una excusa para expresar cariño físico; es una oportunidad para reflexionar sobre el impacto positivo que los abrazos tienen en la vida de las personas.
En un mundo cada vez más conectado virtualmente, el Día del Abrazo recuerda la importancia de reconectar de manera física con los seres queridos.
Expertos en psicología, aseguran que un abrazo es una forma de comunicación que trasciende las barreras del lenguaje. En un solo gesto, se puede expresar amor, apoyo, consuelo y alegría. La conexión humana es esencial para el bienestar emocional, y los abrazos son una herramienta valiosa para fortalecer esos lazos.
Asimismo, profesionales de la psicología afirman que el contacto físico, como los abrazos, estimulan la liberación de oxitocina, la llamada ‘hormona del amor’, que promueve sentimientos de confianza y vínculo.
Efectos psicológicos positivos
Los abrazos tienen el poder de liberar tensiones y reducir el estrés.
Cuando se abraza a alguien, se activan receptores de presión en la piel que envían señales al cerebro para disminuir la producción de la hormona del estrés, el cortisol. Este efecto tranquilizador no solo proporciona alivio momentáneo, sino que también contribuye a una mejora a largo plazo en la salud mental.
Igualmente, los abrazos fomentan la sensación de seguridad y pertenencia.
Fomentan empatía
El acto de abrazar no solo beneficia a quien lo recibe, sino también a quien lo ofrece. Al abrazar, se conecta con las emociones de los demás y se cultiva la empatía. Este gesto ayuda a comprender mejor las necesidades emocionales de los demás y fortalece la capacidad para ser compasivos y solidarios.